lunes, 25 de octubre de 2010

Liberando la mente.

A pesar de que ahora parece que se está nublando un poco, de que empiezan a aparecer un conjunto de nubes grises en un cielo que ha amanecido azul y radiante, a pesar de eso, ha sido una mañana fantástica. He podido liberar la mente, despejarme, respirar el aire salado y perder la mirada en el azul brillante del mar. Las olas iban y venían pausadamente en un mar en calma, produciendo ese murmullo relajante que, si cierras los ojos, parece transportarte a algún lugar lejano, y el aroma a salitre, la arena fina, el calor de un sol de mediodía bañando mi cara… No tiene precio… Hoy, después de estas semanas de agobios, de apenas salir, de no tener tiempo libre para mí, de nervios y de estrés, hoy por fin he podido evadirme de ese mundo, salir a pasear por la playa, con un libro en la mano, y caminar descalza por la arena fina mientras pienso… qué afortunada soy de poder vivir al lado del mar.

7 comentarios:

  1. Me siento identificada al máximo solo que tengo que andar 10 minutos para llegar al mar. Pero me encanta esa sensación.

    Un saludo

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  2. No hay nada como pensar al lado de las olas,
    nada:)

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  3. Es una de esas cosas de la vida que te produce la mejor sensación del mundo... y es gratis! Las mejores cosas lo son y a veces, en este mundo tan materialista, no nos damos ni cuenta de que lo mejor está al alcance de cualquiera.
    Un saludo chicas!

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  4. ¡A mi también me encanta el mar! Yo no lo tengo tan cerquita, a 45 minutos en coche, ¡un paseíto, vaya! Pero merece la pena siempre, siempre, ir hasta allí, pasear por la orilla, que el agua te acaricie los pies, y que el viento te alborote el pelo. ¡Pocas cosas tan agradables se le pueden comparar!
    Me alegro que hayas podido hacer un alto ne el camino.
    Saludos.

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  5. ai muchas gracias por tu comentario :)
    y que placer leer a la orilla del mar, a mi también me encanta, y ahora que vivo cerca de él creo que me costaría alejarme si tuviera que hacerlo...
    :*!

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  6. Pues yo vivo lejos, pero también me encanta el mar, sobre todo en invierno, cuando es más propio, más solitario. Besos miles

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  7. Yo también soy más de playa en fuera de temporada; ahora, para mí, es un lujo poder disfrutar de una desconexión tan limpia.
    Gracias a todas por leerme y por contestar!
    Un saludo!

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