jueves, 24 de febrero de 2011

Coleccionando últimos abrazos.

Más hojas del calendario que siguen cayendo otra vez en la más fría ausencia de tu nombre, otra vez la sensación de echar de menos una historia que estaba enterrada, porque sí, ya ha dejado de preocuparme que los días sigan pasando y no haya vuelto a saber más de ti… Lo supe desde que me llamaste, desde que nos vimos y nos abrazamos, supe que sería efímero, que tan sólo duraría unas horas mágicas y remotas, ajenas a la realidad, porque mi realidad ahora es diferente, no entras en ella, y al colarte así me devuelves con brusquedad a los recuerdos, a las mismas cosas de siempre, a saber que en el fondo siempre te estaré echando de menos aunque de forma inconsciente, porque siempre serás tú, quiera o no, siempre la única persona que consiguió romper la coraza y llegar a mi corazón…
Ahora me toca enfrentarme otra vez a tu vuelta a mi turno… De nuevo las mañanas en el hospital estarán llenas de esa sensación extraña sabiendo que podemos cruzarnos en cualquier momento, quien sabe, quizá se convierta en la única forma de poder volver a ser amigos algún día, si es que eso es posible… Y contra todo pronóstico no estoy triste, solo extraña, un tanto ajena, luchando con esa punzada que me da el corazón cuando me acuerdo del último abrazo… porque tantas veces he pensado que ese era el último… y siempre acabas volviendo, de nuevo a mi vida, de nuevo a mi realidad, desde un Nunca Jamás que, lo siento, se me ha quedado demasiado lejos…

lunes, 21 de febrero de 2011

Peter Pan en mi ventana...

Es increíble como el paso de los días y los meses siguen trayendo nuevas brisas, nuevos aires que no son más que pasados disfrazados, que se esconden bajo lunas rojas, tristes, porque hoy la luna estaba algo triste, quizá por vernos se ha escondido un poco tras nubes invisibles, de esas que pasan desapercibidas en mitad de la noche. Y el cielo estaba raso de estrellas, y las olas del mar tocaban una melodía a nuestro paso, como un susurro, como una canción inventada en un momento sólo para nosotros, para acompañar este paseo sin sentido, porque no es más que eso, lo sé, por mucho que note acelerado el corazón, por mucho que el momento siga golpeando mis sentidos y yo apenas lo aprecie, porque sé que no tiemblo por el frío, que apenas controlo ese nudo en mi garganta… Es así, ahí estamos tú y yo paseando sin rumbo, hablando por hablar sin saber qué decirnos, sin querer romper el silencio o dejando escapar palabras sin conexión, sin nada más que nosotros mismos libres de disfraces, de sentimientos que ya apenas existen, qué extraño, qué triste y a la vez qué mágico, irreal, vacío, hueco de todo y lleno de ti y de mi, de nuestros momentos, de nuestra historia cuando aún lo era…
Hoy no sé si volver a verte ha sido buena idea, tal vez fuese lo que de verdad necesitaba para sobrevivir, para escapar de esta espiral que no me deja salir desde hace tiempo, tal vez haya sido lo mejor, tal vez no… No puedo seguir escapando de un recuerdo que evoco una y otra vez y en ese momento, justo cuando ya no pensaba en ti, vuelves a llamarme, y otra vez nos vemos y me coges de la mano cuando menos me lo espero, y me abrazas y volvemos a hablar de las mismas cosas otra vez, de todo lo de antes, de lo que éramos y de lo que podríamos haber sido juntos si tú fueses de otra manera, si aún pudieras luchar contra el espíritu de Peter Pan que no hace más que apretarte cada vez más fuerte…
Me dices que sigo siendo especial, que querías llamarme hace tiempo, que pasas tantas veces por mi puerta y no te atreves a picar… y yo dejo volar un por qué tímido que se escapa de mi boca sin rumbo, porque no espero respuesta, porque sé que no la hay, que ya no queda nada más entre nosotros, y la magia ya se ha quedado fuera esta vez, a pesar de haberte vuelto a abrir la ventana… Y nos hemos medio reído cuando me decías que sabías que Wendy acabaría casándose con otro y siendo feliz mientras Peter Pan se pasaría el resto de su vida lamentando haberla perdido… Risas envueltas de miradas tristes, de roces de mano y de despedidas que nunca llegan a serlo en realidad…
Y tantos momentos ha habido que te hubiera besado… Pero no lo he hecho, no lo hemos hecho… Aunque sé que podría haber pasado de todo otra vez, y aunque sí me hubiera arriesgado a acabar hecha pedazos, esta vez no ha sido así, y nos hemos despedido como dos amigos, con un abrazo de esos que te erizan la piel, sintiendo tu cuerpo pegado al mío, hundiendo mi cara en tu pelo largo, oliéndote la piel mientras sentía como también hacías lo mismo… Qué pena tener que dejar pasar una historia así por meros miedos, por tonterías, que en el fondo es lo que son, y renunciar a ser felices como ya lo hemos sido… Y sé que nos estamos echando de menos siempre, pero aún así, la distancia y las miserias de tantos miedos acumulados han acabado por desarmar este amor limpio que se ha quedado olvidado en algún rincón entre mi ventana y Nunca Jamás.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Vocación de mudanza?

Hay días que quisiera cambiarlo todo, cambiar el rumbo, cambiar de vida, amanecer con otro cuerpo y otra cara, en otra cama, quizá también sola como ahora, quizá con alguien a mi lado, da igual, sólo quisiera ser otra persona en otro mundo, con otra mirada, no sé… No es una crisis ni un momento de bajón, es simplemente que días como este, cuando a veces ves que a tu alrededor todo parece desmoronarse, sabes que sólo bastaría con desaparecer…
Amo mi día a día, mi profesión me llena de momentos preciosos, de ilusiones, de sentirme realizada y bien conmigo misma, sin embargo también hay momentos en los que no puedo más, y quiero volar, desaparecer y convertirme en pájaro, y simplemente volar muy alto y muy lejos de días caóticos como hoy. Me da pena muchas veces que el sistema funcione tan mal y que una profesión como la mía acabe convertida en harapos de desilusión, en luchas sin espadas, en guerras imposibles de vencer; es todo tan… triste… a veces gris, muchas veces de demasiados colores, y en mitad del caos extremo, una luz que quiere seguir brillando dentro de mí, la vocación, que me recuerda por qué escogí este trabajo, quien soy y qué hago, cómo puedo vencer a esta sensación de tristeza, de querer dejarlo todo y abandonar, dejar de hacer lo que se me da bien… Ojala pudiera saber por qué, pues las razones ya no existen y los días se convierten en monotonía, en rutinas a golpe de reloj, en demasiados frentes abiertos a veces, y cuesta mucho hacerse un hueco para salir adelante, para, simplemente estirar el cuello y poder respirar…
Hoy quisiera cambiarlo todo, olvidar lo único que me da vida y convertirme en cualquier otra cosa, porque estoy cansada de seguir sobreviviendo a días como hoy, sin más realización que haber conseguido acabar el día, sin más…

lunes, 14 de febrero de 2011

Por una milésima de segundo.

Si lo llego a pensar una milésima de segundo más, lo hubiese hecho… Antes de irme he estado a punto de ir a ver a Peter Pan en un ataque de debilidad promovida por este día fatídico de los enamorados… He estado a nada de suplicarle un abrazo, una sonrisa de las de antes, de aquellas que me regalaba cuando su alma y la mía vivían juntas, cuando éramos uno solo y las canciones sonaban mientras nos mirábamos a los ojos… Y estoy triste hoy, a pesar de saber que es una tontería, que es tan solo un ataque de morriña que se me pasará pronto, aún así, no puedo evitar sentirme así, porque lo echo de menos, no sé si a él o a la sensación de sentirme querida, no sé si será que confundo las cosas, tal es la estela que ha ido dejando el paso del tiempo… Creo que lo único que queda soy yo misma recordando historias que ya dejaron de latir, y no por él, ni siquiera por mí, es tan solo que necesito un abrazo, de esos que te transportan a Nunca Jamás sin levantar los pies del suelo…
No sé qué hubiera pasado, qué hubiese sentido, quien sabe, seguro que no hubiera habido palabras, que se han agotado ya todas las cosas que teníamos que decirnos, que no queda nada más que un muro de hormigón entre nosotros, es así de frío y triste, así de extraño… Me pregunto qué hubiera pensado él si me ve aparecer de pronto, sin nada que decir, sólo demandando un abrazo por los viejos tiempos, porque quizá sea esa mi carencia, tal vez el único motivo que tengo para acordarme de él…
No sé lo que quiero tener, sólo sé lo que quiero sentir…

jueves, 10 de febrero de 2011

El alter-ego de Wendy.

Sé que Wendy navega en mares revueltos, sigue yendo un poco a la deriva aunque vislumbre islotes a los que se aferra de vez en cuando. Wendy se ha mojado los pies y tiene frío, porque las noches de soledad cuestan, porque las tormentas a veces caen a pesar de cielos despejados, tormentas en el corazón, de esas que congelan los sentidos y hacen echar de menos momentos absurdos…
Wendy no sabe ya cómo seguir, si remar sola, si dejar que alguien navegue con ella… La vida es injusta, y ella sabe que los momentos que vienen son extraños, raros, llenos de sensaciones que no se pueden explicar.
No sé, creo que es justo que rehaga su vida aunque no así, de esta manera forzada, de no significar nada, tal vez sea que Wendy aún quiere ser feliz y de vez en cuando todavía, algunos días aislados, se asoma a la ventana, pero ni rastro de Peter Pan ni de su estela en el cielo, esta vez creo que ya no volverá más, qué va, que el tiempo en mundos mágicos es tan efímero como lo fueron ellos dos juntos una vez.
Pobrecita Wendy, que no quiere sobrevivir a esta tormenta… No quiero seguir luchando contra un recuerdo, contra un sentimiento que ya no existe, no quiero seguir inspirándome en este desamor estúpido, que congela las ideas y cambia el rumbo de los corazones. No quiero pelear contra la sandez de ser yo misma cuando no hago más que esconderme en personajes inventados con historias de verdad… Esta vez soy yo sin disfraces, sin más motivos ni colores, sin escenarios de fondo, sin él a mi lado… Soy yo sin más, con lo que tengo, lo que espero y, sobretodo, lo que soy.

lunes, 7 de febrero de 2011

Caos emocional.

Qué extraña la realidad cuando no haces más que aferrarte a una fantasía, a un momento que no existe… y es que da igual, porque todo tiene esa innata capacidad para derrumbarse en un momento, el mundo sigue girando sin parar y tengo vértigo, no quiero levantar la vista de mis pies fríos… Me pregunto por qué me sentiré tan extraña, por qué soy capaz de arrepentirme cuando no hay razón para ello, porque quiero llorar o desaparecer, porque no hay ya nada más a lo que aferrarse, sólo el recuerdo borroso, la melancolía, los sueños a medio cumplir… No, no hay nada más, sólo silencio, oscuridad, y las lágrimas ya no saben salir y las noches ya se han quedado sin estrellas, porque a pesar de haberlo intentado, me doy cuenta de que no puedo, no soy capaz de resurgir de unas cenizas aterciopeladas, no me sale volver a ser yo sin más. Me quedo sombría en un rincón de mi memoria, donde los ángeles aún duermen y las mañanas son de papel; y los recuerdos… bueno, esos son los únicos intactos, los que perduran, los que aún a día de hoy aparecen de vez en cuando para arrojar luz a esta existencia absurda, a locuras que no llevan a ningún sitio… Y en mitad de tal caos emocional intento colarme en otras camas y descubro que la magia la dejé contigo, y me doy cuenta de que es ridículo dormir abrazada a alguien que no me hace sonreír como tú…

jueves, 3 de febrero de 2011

Rotos.

Hoy me he puesto a pensar en la cantidad de corazones rotos que habrá por ahí, vagando sin rumbo fijo, recogiendo pedacitos, restos de emociones tiradas por el suelo… Los corazones rotos son temporales que arrecian la estabilidad, son como empujones al vacío, como hundirse en corrientes imperfectas, dejan heridas profundas que sangran durante un tiempo limitado y a su paso dibujan cicatrices que, tal vez, siempre mantengan un punto de dolor… Un corazón roto siempre será un corazón capaz de volver a sentir…

miércoles, 2 de febrero de 2011

Escribiendo... liberando...

Es curioso cómo puedes llegar a abrir tanto el corazón en un sitio como este… Nunca lo imaginé cuando empecé con este proyecto de escribir un blog, y aunque sí es cierto que al principio me propuse escribir alguna reseña cada día, reconozco que he ido espaciando un poco las entradas, quizá porque no tenga tantas cosas que contar, o tal vez por tener siempre las mismas historias rondando mi cabeza… Sigo intentando conocerme a mí misma todos los días, aprendiendo de la vida, de las experiencias, y descubro que, al leerme a veces, cuando me da por ahí y repaso entradas antiguas, me doy cuenta de que es posible revivir momentos, recordar sonrisas, notar punzadas en el corazón… La vida es fragilidad, dulzura mezclada con demasiadas cosas amargas, y en mitad de las rutinas, del caos de muchos días, cuando estoy desbordada por problemas o soledades, sentarme y contarlo parece aliviar un poco ese peso… Hay días que cuesta más que otros, pero siempre consigo liberar un poquito más el alma al poder expresarme y, más aún, al saber que al otro lado siempre puede haber alguien que se emocione, que pueda aprender algo, o que, simplemente, me coja de la mano virtualmente y me haga sentir el efecto de un abrazo reparador…

martes, 1 de febrero de 2011

Premio!

Me emociona haber recibido un premio, muchas gracias Isabel Mª, me ha hecho mucha ilusión… Cuando empecé con el blog no pensaba que nadie acabara leyéndolo y mucho menos encontrar yo otros mundos por descubrir, tanta gente con tantísimo talento, anónimos, capaces de contar y expresar de esta manera tan limpia… Me gusta escribir y leeros, y os agradezco a todos los que habéis pasado, a los que comentáis y a los que os habéis quedado… Gracias por aguantar mi etapa de bajón, mi desamor, mis malos momentos… todo mal trago pasa más rápido y mejor siempre si hay alguien al otro lado.

Bueno, tengo que contar siete cosas de mí… a ver…
-         soy demasiado soñadora
-         me gusta mucho dormir
-         adoro sentarme en la arena y mirar al mar sin pensar en nada (es mi válvula de escape)
-         cuando quiero de verdad, quiero demasiado, y me vuelvo vulnerable
-         me encanta cocinar y hacer experimentos
-         mi color favorito es el verde (esperanza??)
-         amo los animales y estoy totalmente en contra de cualquier tipo de maltrato animal

Y le paso este premio a… estos 10 blogs!

http://hermosadecadencia.blogspot.com/  (por tu originalidad y tu capacidad para encoger corazones…)
http://sophiaquierevivir.blogspot.com/  (porque me siento identificada en muchas cosas y me encanta el club de los mojitos)
http://noquieromascitas.blogspot.com/  (porque en el fondo… no dejo de ser yo misma…)
http://diariodeunagataenlaciudad.blogspot.com/  (porque siempre que me paso descubro algo que me engancha)
http://buscandomiilusion.blogspot.com/  (por tu sinceridad y por la valentía que muestras siempre)
http://lolamontalvo.blogspot.com/  (por tu vocación y tu profesionalidad)
http://vocesdelaatlantida.blogspot.com/  (por ser mi primera seguidora y la que me animó a seguir escribiendo)
http://taperwere.blogspot.com/   (por tu frescura y espontaneidad, increíbles)
http://volandomariposas.blogspot.com/  (porque aciertas con tus palabras)
http://aurryn.blogspot.com/  (porque lo irreal y lo extraño siempre tienen sentido aquí)

Tres meses más.

Odio la sala de espera de esa consulta fría, de paredes blancas, con la pintura descascarillada en algunos rincones, y esas sillas frías de plástico negro rodeando una mesilla baja donde se acumulan folletos que no tengo ganas de leer. Y a pesar de odiarla, ahí estoy, con mi pijama azul del hospital pero sin embargo ocupando un sitio en la sala de espera. Los minutos pesan mucho y el reloj avanza con lentitud. Sé que hoy vamos a hablar claro, a tomar decisiones, sé las opciones y, aunque aún queda pendiente un resultado, no hay demasiadas expectativas.
De pronto la enfermera sale y me llama, es un rostro conocido ya, me sonríe y me siento. El médico, que es encantador, me da la mano, me pregunta cómo estoy y sonríe. Sé que hablará claro y confío en él. Sabe que estoy angustiada, lo ha notado nada más verme, entonces me mira a los ojos y me explica que el resultado que quedaba pendiente ya ha salido.
Me bloqueo por un momento, no sé si alegrarme o todo lo contrario. Tengo que reconocer que, dentro de lo malo, es lo mejor que me podía pasar, aún así no es agradable, porque parece que nunca voy a acabar con esta historia, sin embargo, en el fondo, estoy contenta, porque de momento no me opero y me hacen esperar otra vez. Tres meses más y repetimos la biopsia, me dice, y volvemos a sentarnos a hablar, y sé que estos tres meses van a volver a hacerse eternos, y voy a seguir haciendo mi vida con esa nube de incertidumbre vagabundeando por mi cabeza, y con el miedo y la esperanza de que vuelvan a salir bien las cosas…
Mis opciones ahora son volver a lo de antes, al astrágalo, al ácido fólico y a las sobredosis de vitaminas… ojala produzcan el mismo efecto, ojala la lesión disminuya y vuelva a sentirme plenamente yo… Quien sabe, la vida es cuestión de esperar… Y aunque ahora no pueda alcanzar la “felicidad paliativa” de la que ya hablé en otra ocasión, quien sabe si el efecto producido sea esta vez por mí misma, que mejore porque tiene que ser así, porque la vida me va a dar una tregua más, y no porque él esté ahí cogiéndome de la mano y diciéndome que va a salir bien, esta vez vuelvo sola a casa…
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...