miércoles, 1 de diciembre de 2010

Y de lejos... Nunca Jamás.

Será verdad que estamos destinados a volver una y otra vez ahora que sabemos que no existen razones, que los motivos son gotas de lluvia que se rompen al chocar contra el asfalto, cuando el frío lo ocupa todo y las noches que empiezan a las cinco de la tarde me dejan triste… Quizá me atreva a decirte que no quiero volver otra vez, porque no sé si quiero, no estoy segura de sobrevivir una vez más a tu portazo, ni a las noches en vela esperando una señal que me anuncie tu llegada. Ahora no quiero esperarte, aunque las nubes vuelen bajo y parezca alguna vez que vislumbro Nunca Jamás a lo lejos, como si pudiera volver a pisar sus tierras de magia otra vez, no quiero esperarte porque tus idas y venidas ya no dejan rastros de estrellas en mi ventana y no quiero seguir echando el aliento sobre el cristal para dibujar corazones vacíos que te atraigan de nuevo hacia mi balcón… Esta vez no, lo siento, esta vez déjame dormir tapándome la cabeza, guardándome del destino, por si se atreve a hacernos volver otra vez.

5 comentarios:

  1. Que bonito, triste, pero bonito.
    Me gustan mucho tus entradas.
    Te sigo :)

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  2. Muchas gracias! Sí que es verdad que últimamente estoy un poco triste en mis entradas, pero es que me ha pillado en pleno desamor...
    Gracias por seguirme, ya eres otra más de la razón por las que escribo cada día.
    Un beso!

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  3. Todo pasa en la vida, lo malo y por desgracia hasta lo bueno. Por eso hay que recolectar en los momentos buenos, guardarlos con mimo en algún cajón del alma por si pasado el tiempo los llegamos a necesitar. Ahora que estás pasando momentos malo, los buenos recuerdos son un bálsamo para el espíritu.
    Un beso, Wendy, mañana lucirá el sol.

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  4. me gusta tu fuerza, yo también me he sentido así, incluso a veces todavía le recuerdo y no puedo evitar ponerme triste... pero es parte de la vida supongo que no siempre podemos refugiarnos en nunca jamás, ya me gustaría (:

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  5. Gracias Gloria, sí que es verdad que todo pasa, y por suerte tenemos la capacidad de guardar los recuerdos y los buenos momentos en cajones que podemos abrir continuamente y dejar escapar para envolvernos con ellos. :)
    Coraline, gracias por tu comentario. La tristeza va y viene, es inevitable. Para mí Nunca Jamás son los recuerdos, la magia, cuando Peter Pan y Wendy (yo misma) eran felices juntos... Es inevitable que a veces quiera volver allí, aunque sea pasajero y en el fondo sepa que Nunca Jamás es sólo un cuento...
    Un beso!

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