miércoles, 3 de noviembre de 2010

Pensamientos que van y vienen.

Hoy he aprendido que hay días en los que no vale la pena ser valiente, que es mejor dejarse llevar por el derrumbe y no preocuparse por reconstruir un corazón cerrado por derribo, y es que dan igual los consejos, porque no pretendo esquivar un duelo, ni que nadie me rescate de este presente, sólo quiero seguir un día a día como ya lo hago, con esos momentos que parece que están destinados, quiera o no, a pensar en ti. Y días como hoy, en los que no podía parar de darle vueltas a lo mismo, a saber que por fin estás de vuelta y que a pesar de las escasas posibilidades podemos cruzarnos en cualquier momento, días como hoy sólo quiero dejarme caer en el sofá, huir de este techo en común y proyectarme en otro lugar, desaparecer o aparecer en el fin del mundo donde no pueda cruzarme contigo. Y le doy vueltas una y otra vez y caigo en la cuenta de que quizá sea cuestión de dejar de pensar en ti de vez en cuando, quizá ese sea el secreto para poder cerrar historias que se resisten a irse, que parece que no quieran marcharse nunca. Porque aunque parece que se sujetan al alma con más fuerza que nunca, el viento de las cosas nuevas poco a poco las arrastra hacia el fondo de un cajón. Quizá tenerte como te tengo ahora es la mejor manera de disfrutar de ti, desde la distancia y basándome en meros recuerdos que me traen de vez en cuando tu sonrisa y lo único que he podido conservar de ti, una imagen en mi memoria y algún que otro recuerdo descuidado que ronda sin rumbo fijo en un corazón en el que tu nombre ya no hace más que eco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...