miércoles, 6 de abril de 2011

Turquía.

Caminando por la mágica ciudad, que te obliga a pasear por sus calles respirando hondo, captando la esencia, transportando hasta los pulmones aires picantes, inundando la vista con colores que se entrelazan formando alfombras, tapices, innumerables puestos y objetos que resultan ser una explosión para los sentidos.
Los días despejados allí son como baños de oro, donde el cielo azul de la ciudad, el reflejo de los rayos sobre cúpulas doradas… todo ofrece un espectáculo que hace empequeñecer, que minimiza tu persona ante tal grandeza…
Qué enriquecedor resulta viajar y mezclase con otras culturas, con otros habitantes de este mundo de locos, cada cual luchando por sobrevivir, por hacerse un hueco, por ofrecer la riqueza de un país lleno de historia, de magia, de contrastes…
Quizá vuelva en alguna otra ocasión, pues al perderme por los callejones de Estambul, sin rumbo, sin mapas, sin reloj, ni prisas… lo único que sentía en mi interior es una sensación plena de libertad, de ser capaz de caminar a mi aire por ese lugar desconocido donde no llegan los ruidos de una crisis que nos sobrevuela, sin sentirme esclava de unos sentimientos no correspondidos, sin pertenecer a nadie, sino tan solo yo misma, perdida, sin querer que nadie me encuentre… Tal vez vuelva sólo por eso, porque conseguir por unos días desaparecer no tiene precio…

2 comentarios:

  1. Aquí una viajera más. Soy una apasionada de los viajes, Estambul debe ser precioso, no? A ver si pones unas fotitos del viaje, no sería mala idea, eh?

    Un beso, niña.

    ResponderEliminar
  2. Gloria, Turquía es genial, sobretodo Estambul! Te lo recomiendo si en alguna ocasión tienes la oportunidad de visitarlo. Está lleno de historia, de magia y de contrastes!
    Verdad que viajar enriquece? Es un aprendizaje en esta vida poder mezclarse con otras culturas, siempre que haya oportunidad... carretera y manta!
    Un besote!

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...