jueves, 27 de enero de 2011

Dani.

Lleva una semana con nosotros y ya es como nuestro niño… La vida le ha jugado una mala pasada, sin explicación, sin sentido, sin saber por qué, de pronto su corazón se para y deja de latir, cae al suelo como si estuviera muerto, y en el fondo lo está un poco, unos segundos, ese espacio de tiempo permisivo en el que el alma no sabe si marcharse del todo o volver… No sé si él quiso volver pero lo medio obligaron, las maniobras de resucitación se alargaron casi una hora y al final su corazón volvió a latir en un tímido ritmo sinusal, poco a poco su cuerpo fue recobrando color, vida, y nos llega a nosotros en un estado difícil, no sabemos cómo despertará, es imposible evaluar los daños tan pronto…
El corazón sigue latiendo con normalidad el resto de los días, el TAC sale bien, no hay nada neurológico, nada que explique que, a pesar de sus 31 años, algo ha decidido parar la “gran máquina”, y yo me pregunto qué pasará después, qué ocurrirá al despertar, si será capaz de volver a conectar con el mundo real.
Esta semana no hemos dejado de estar allí a su lado, los escasos ratos que la familia podía entrar para estar con él me he convertido en público de una función extraña, una representación irónica, absurda, una lucha entre la aceptación y la realidad. Todo parece un sueño, cuesta asumir una realidad así, y ahí hemos estado intentando ejercer nuestro papel de mediadoras, de consoladoras, de enfermeras simplemente. Tantos ratos cogiéndole de la mano, llamándolo, hablándole… Dani, buenos días, cómo estás hoy? Abre los ojos si me oyes, si me entiendes… Pero le ha costado responder, volver de donde quiera que estuviera escondido….
Hoy ha sido la primera vez que por fin lo hemos levantado, apenas tiene fuerza para sostenerse en pie, a veces nos mira, otras lo encuentras con la mirada perdida, quien sabe hacia dónde vuele su alma en ese momento. Y sonríe cuando nos ve, intenta hablar a pesar de ser un sonido apenas perceptible el que sale de su boca, intenta… tantas cosas… y llora, le resbalan lágrimas que recorren su cara, de vez en cuando, ya ni siquiera en la soledad de esa habitación fría existe una mínima parte de lo que fue.
Estos días con él me han hecho pensar en las cosas que tienen valor, en la realidad de la vida, la dureza de tantas situaciones inesperadas que pueden golpearnos a cualquiera… No sé, tal vez Dani me ha llegado un poco al corazón, tal vez su juventud y su sonrisa me hayan hecho ser un poco más persona hoy, porque tengo la sensación estúpida de sentirme mal a veces, cuando lo miro ahí, en esa cama de hospital, triste, ajeno, a veces con nosotros, a veces no… Y me pregunto si realmente vale la pena llorar y gastar tiempo en nimiedades, en montones de momentos que nada aportan…
No quiero seguir llorando, voy a sonreír por él, por su futuro incierto, por las dificultades que le quedan por vivir, porque la vida ha vuelto a ser injusta otra vez… Quien sabe cómo acabará este chico, no volverá a ser el mismo otra vez, quizá nunca llegue a valerse por sí mismo, quizá la vida le de algún día otra oportunidad…

3 comentarios:

  1. Creo que lo más valioso en la vida es la salud. Cuando la gozamos plenamente, no somos consciente de ella y otras cosas más simple nos amargan la vida. Pero el día que te falta la salud, ese día comprendes que todo lo demás carece de valor.

    Me ha conmovido tu relato, la vida a veces tiene estas cosas tan duras de soportar.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Tienes toda la razón del mundo, Gloria. Cosas como esta me hacen volver a la realidad y valorar lo que realmente es importante...
    Decir, para quien lo lea, que Dani parece ir mejorando, lentamente pero ahí sigue, cada vez más en el mundo real. Estoy contenta :)

    ResponderEliminar
  3. Me gusta mucho tu blog, la forma como escribes es muy profunda. La historia que acabas de relatar es fuerte, yo no te diria que no llores, recuerdo una frase de mi escritor favoritos: " No os digo no lloreis, porque no todas las lagrimas son malas". No se, quizá vivirlo de esa forma evita que se quede adentro, pues es logico que la situacion genere penas. Aunque me gusta tu postura de sonreir frente al futuro.

    Un saludo.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...