martes, 1 de febrero de 2011

Tres meses más.

Odio la sala de espera de esa consulta fría, de paredes blancas, con la pintura descascarillada en algunos rincones, y esas sillas frías de plástico negro rodeando una mesilla baja donde se acumulan folletos que no tengo ganas de leer. Y a pesar de odiarla, ahí estoy, con mi pijama azul del hospital pero sin embargo ocupando un sitio en la sala de espera. Los minutos pesan mucho y el reloj avanza con lentitud. Sé que hoy vamos a hablar claro, a tomar decisiones, sé las opciones y, aunque aún queda pendiente un resultado, no hay demasiadas expectativas.
De pronto la enfermera sale y me llama, es un rostro conocido ya, me sonríe y me siento. El médico, que es encantador, me da la mano, me pregunta cómo estoy y sonríe. Sé que hablará claro y confío en él. Sabe que estoy angustiada, lo ha notado nada más verme, entonces me mira a los ojos y me explica que el resultado que quedaba pendiente ya ha salido.
Me bloqueo por un momento, no sé si alegrarme o todo lo contrario. Tengo que reconocer que, dentro de lo malo, es lo mejor que me podía pasar, aún así no es agradable, porque parece que nunca voy a acabar con esta historia, sin embargo, en el fondo, estoy contenta, porque de momento no me opero y me hacen esperar otra vez. Tres meses más y repetimos la biopsia, me dice, y volvemos a sentarnos a hablar, y sé que estos tres meses van a volver a hacerse eternos, y voy a seguir haciendo mi vida con esa nube de incertidumbre vagabundeando por mi cabeza, y con el miedo y la esperanza de que vuelvan a salir bien las cosas…
Mis opciones ahora son volver a lo de antes, al astrágalo, al ácido fólico y a las sobredosis de vitaminas… ojala produzcan el mismo efecto, ojala la lesión disminuya y vuelva a sentirme plenamente yo… Quien sabe, la vida es cuestión de esperar… Y aunque ahora no pueda alcanzar la “felicidad paliativa” de la que ya hablé en otra ocasión, quien sabe si el efecto producido sea esta vez por mí misma, que mejore porque tiene que ser así, porque la vida me va a dar una tregua más, y no porque él esté ahí cogiéndome de la mano y diciéndome que va a salir bien, esta vez vuelvo sola a casa…

3 comentarios:

  1. ¡Animo!, todo va a salir bien. Estoy seguro.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. He cogido fuerte tu mano, no estás sola, y te digo que todo va a salir bien, porque vas sobrada de fuerza, de energía positiva, de coraje, de valentía y sé que esta vez el cuento terminará con un "the end", muy feliz para ti.
    Un besazo enorme!!!

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias por los ánimos!! La vida está llena de baches que superar y cosas que aprender de ellos... eso siempre!
    Un beso!

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...